martes, 23 de septiembre de 2014

La importancia de llamarse Jeff Buckley

Cuando el hijo del lejano cantautor Tim Buckley se presentó pidiendo permiso en los cafés de Nueva York, todos esperaban escuchar la carta segura del repertorio paterno. Pero Jeff eligió despojarse de ese peso de tragedia y abandono. Se abrió camino con una búsqueda personal, que recalaba en sus adoradas musas, Nina Simone, Edith Piaf y el sonido "Grunge" que lo atravesaba a principios de los ´90. Jeff Buckley murió trágicamente como su padre en 1997. Un sólo disco, Grace (1994), más otro póstumo y un rescatado material en vivo son el legado de este cantautor de agudos escalofriantes que se entregó de forma desbocada al proceso creativo.  




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